miércoles, 26 de septiembre de 2012

Meses atrás, el gobierno anunció malas nuevas para los presos. Desde la indignación escribí ...

LASCIATE OGNI SPERANZE 

"El que rompa un plato no come" le dice el gobierno a los presos. Y ellos, por ahora, "se la bancan". Sinceramente, no creo que dure mucho. Hace tiempo que camino las cárceles del Uruguay. Las conozco no solamente por ejercer la defensa penal sino también porque he trabajado junto a los presos para mejorar sus condiciones carcelarias. Sigo comprometido con esa causa, estoy de ese lado. La razón es para mí sencilla. Cualquiera que haya sufrido el encarcelamiento en este país ha padecido un verdadero calvario. Contrariamente a lo que el derecho proclama, la cárcel es un espacio "sin derechos". No refiero, por supuesto, a la cantidad de textos escritos sobre el papel (internacionales, constitucionales, legales, reglamentarios e incluso fallos judiciales) sino a la que la cárcel le hace a la gente. 

De este modo, cualquier abogado, juez o fiscal que se sienta comprometido con la defensa de los derechos humanos, encontrará en el espacio carcelario un terreno fértil para intentar hacer valer, en los hechos, las palabras de aquellos textos. Y vaya si es ardua la tarea! No hay dificultades jurídicas, nada de eso. No se necesita haber terminado la escuela para entender las normas que conforman el derecho penitenciario. Las dificultades son más bien políticas, organizacionales, administrativas e incluso culturales. 

Vivimos inmersos en una cultura inquisitiva que privilegia el castigo y deja en penumbra (o directamente en la noche) la concreta situación de aquel que lo sufre. Cualquiera que conozca lo que una cárcel uruguaya "es" sabe perfectamente que allí la tortura y los tratos crueles son moneda corriente. Creo que cualquier uruguayo que hable con sinceridad es capaz de relatar los terribles (e innecesarios) padecimientos de los presos. Es el propio Estado el que transforma, en el propio acto de privación de libertad, al victimario en víctima. Los presos son víctimas del aparato represivo del Estado, esto no puede ser novedad. 

Las cárceles son campos de concentración. Un espacio en el que la vida vale poco y la indignidad se impone. Un lugar donde se nos dice que solamente hay privación de libertad, pero en el que realmente se somete a las personas a vivir en condiciones que no se compadecen con la dignidad humana. El espacio carcelero es hediondo. Da asco ver cómo se trata a los presos. Hiere a la dignidad humana que esas personas sean amontonadas, almacenadas peor que sardinas, en habitáculos mugrientos, sin nada para hacer. Personas a las que se les priva del derecho al agua potable y a una alimentación adecuadas. A muchos animales se los trata mejor que a nuestros presos. 

Pese a toda esa infamia, los presos apenas han reaccionado. ¿Tienen derecho a hacerlo? Claro que si! Son víctimas de la tiranía del aparato represivo del Estado. Siempre, en todas las épocas se ha reconocido el derecho de los oprimidos a levantarse contra los opresores. No veo por qué ni siquiera a eso tendrían derecho nuestros presos. Más aún, cuando el gobierno anuncia nuevos y absurdos castigos. Castigos que además tienen algo de cinismo o mucho de ignorancia sobre lo que sucede en la cárcel. 

El día que el Estado proporcione un plato digno de comida a los presos, sólo ese día (que aún está muy lejos) tendrá la autoridad moral para anunciar que el que rompa el plato no coma. 

Mientras tanto seguirá sin haber esperanza para los presos. Y tampoco para quienes les toca el turno de gobernar sobre ellos.

1 comentario:

  1. Me paraliza el tema.
    El desconocimiento, la poca, mala y distorcionada informacion que llega al ciudadano comùn, es decir, a aquella persona que està en su casa viendo informativos (o desinformativos). Es un Alerta a la poblacion la forma de comunicar, es reiterativa la promocion del miedo. Miedo a què? Temor de la ignorancia colectiva, ese es el miedo real.
    Hay que construìr mas càrceles, para mas gente presa, para vivir mas seguros. Señores/as, A Seguro, se lo llevaron preso!! y con èstas metodologìas de represion y castigo, sin programas especìficos en cada caso, Seguro no creo que selga, de salir, sale peor, estuvo haciendo su pasantìa en delito.
    El pedestal autoadquirido de algunos operadores de este sistema carcelario, no les deja ver la realidad, aquello que rompe los ojos. Seràn todos ciegos?
    Estas polìticas acumuladoras de personas ociosas, mal comidas, mal dormidas, con poco acceso a todas cosas, al dentista por ejemplo, es parte de nuestro cuerpo, deberìan pensar que no solo se trata de una cuestion estetica, Hay Hay Hay, un dolor de muela preso. Sin embargo, el plan Marìa Auxiliadora no llegò a las carceles. Si por ejemplo, un preso sufre dolor de muela, y es martes, debe esperar con su dolor hasta el lunes siguiente que venga el dentista, que obviamente es arranca piezas dentales, te resuelve el dolor despues de 5 o 6 dias de padecimiento, pero bien resuelto, de raìz, es lo bueno que tiene, "muerto el perro, se acabò la rabia"
    Todas las personas alguna vez hemos padecido un dolor de muelas. Sufrimiento como metodo sutil de discriminacion y tortura. Si tenès dinero, tal vez segùn el estado de ànimo del encargado/a de guardia, te deja entrar tu dentista. Si le embocaste al dìa, no està la llave del consultorio del arranca muelas de la carcel ( no es asunto los dentistas) es el sistema penitenciario, bàsicamente las normas que rigen ese sistema y los custodiapersonas, (que de "operadores penitenciarios" no tienen nada) que ejercen su poder gozando del dolor del otro/a. Penitenciario. Al escribir esa palabra me surge una refleccion: penitencia para enmendar el error. Solo mas palo. Serà pa que aprenda. Pensar en el acompañamiento, en la reparacion, en las opciones dignas para cuando termine su penitencia estè preparado para "el afuera" como persona apta para la sociedad.! Que discurso perverso, sucio, inmoral! Obviamente generador de un negocio paralelo de las inimaginables "transas". Soy definitivamente abolicionista. No carceles, no manicomios. Trabajar en otros modelos, que se pueden hasta crear a la uruguaya, no trayendo experiencias de otros lados de otras culturas,o sì, si son para sumar, no para estibar muertos vivos. En definitiva, no son las carceles o los guarda carceles, son las leyes ambiguas, que se aplican segùn las cabecitas. Amigos, es sin duda un tema de polìticas de estado. Es Hincarle el diente(dado que llegamos al dolor de muelas) ponerse seria y decentemente a laburar con los actores todos, en los que incluyo los presos/as porsupuesto. Escuchar todas las voces para poder iniciar otro camino, una ruta alternetiva de verdad, construìda entre todos.
    La lic. Fulco se caracteriza por su soberbia, ella todo lo sabe, es perfecta. Me extraña que con su vasta experiencia en èste campo(desde afuera siempre, ni que hablar) no resuelva al menos, los temas bàsicos , tipo hacer cumplir las normas internacionales de derechos humanos, se supone que la cardel no deberìa ser un lugar de calvario, entre otras cosas. Las càrceles son un gran negocio, es mas comodo no hacer nada.
    Mi postura ante èstas instituciones hermèticas, homosexuales y represoras, es totalmente abolicionista. Las carceles son escuelas de delitos sin duda alguna, ninguna persona sale siendo la virgen Marìa, o un apòstol, todo lo contrario. Nos involucramos? Yo suscribo, lucho, reivindico la dignidad!!!

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